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Dentro del amplio abanico de propuestas que ofrece la Región Mar para disfrutar del Avistaje de Fauna Marina y Costera, una empresa de turismo náutico suma un nuevo producto: nado con lobos marinos.

Se trata de una fascinante experiencia con lobos marinos sudamericanos de un pelo, una actividad que la semana pasada fue aprobada por la Secretaría de Ambiente y Cambio Climático de Río Negro para su realización dentro del territorio del Área Natural Protegida Bahía de San Antonio.

Este nuevo atractivo turístico tendrá lugar en las playas de Punta Villarino en el Puerto del Este y es un gran avance a la interacción que ya existía entre los lobos, prestadores turísticos y visitantes, en ese lugar, desde hace más de 10 años; la cual sólo se podía realizar en tierra firme y desde una distancia segura.

La actividad es posible debido a la gran cantidad de lobos marinos que habitan durante todo el año en los bancos de arena que se forman durante la marea baja en el extremo sur de la Península. Esta especie ha ido generando un apostadero de aproximadamente 200 lobos, número que crece año a año desde la formación del Área Natural Protegida.

Agustín Sánchez, prestador a cargo del emprendimiento Rupestre Experiencia Patagónica, expresó que “Este es un producto que funciona muy bien en otras partes del país y del mundo y teniendo en cuenta, que en esta última década, con mucho trabajo, hemos creado una convivencia armoniosa y respetuosa con la fauna, consideramos que será muy exitosa”.

Las salidas embarcadas para realizar esta actividad se harán durante casi todo el año, comenzando en las vacaciones de invierno y finalizando en Semana Santa, ya que en otoño es cuando la cantidad de lobos en el lugar disminuye y los prestadores aprovechan estos meses para descansar y preparar la temporada siguiente.

La legislación provincial actual establece como máximo una salida por día, con hasta diez personas por embarcación, lo que hace que se optimice la experiencia. De esta manera, se cuida a los lobos y puede brindarse un trato muy especial e individualizado a cada uno de los que  contratan el servicio.

En este sentido, Sánchez indicó que “los lobos son mucho más amigables en el agua ya que es su hábitat natural. Allí es donde realizan simpáticas piruetas, se acercan a los buzos y turistas y son muy juguetones, lo que es un espectáculo natural impactante. En cambio, en tierra firme, se sienten mucho más vulnerables y toman una posición menos sociable, por lo que no se aprovecha del todo la experiencia”.

Cabe destacar que las salidas diarias estarán condicionadas por el clima y las variantes de la marea (altura, oleaje y visibilidad debajo del agua), por lo que se sugiere comunicarse con el prestador habilitado para asegurar una buena excursión