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Merceditas en la Selva de Montiel

(29-12-2021).-Mercedes Strickler Khalov fue la inspiradora del célebre chamamé “Merceditas”, que compuso Ramón Sixto Ríos. Vivieron una hermosa historia de amor que quedó hecha canción.Autor: Roberto Romani.
El escenario “Ernesto Montiel” de Federal lucía espléndido. La platea desbordaba una alegría diferente.

En medio de la fiesta chamamecera, la figura delicada y frágil de “Merceditas”, quien a los 80 años recibía el cálido homenaje de todos los músicos argentinos reunidos en el Festival Nacional del Chamamé.

Ocurrió el 7 de febrero de 1998. Cada uno de los asistentes comprendió que en el aplauso fervoroso sintetizábamos un reconocimiento a una figura querida e inolvidable del mapa cancionero de nuestra región guaranítica.

La destinataria del júbilo y los besos de la noche estival simplemente saludó al público con un gesto maternal y agradecido, señalando que, a su entender, habíamos exagerado con el despliegue.

A los pocos minutos, debajo del escenario, volvió a confiarnos el secreto de amor que marcó su vida: “Yo lo conocí a Ramón en 1939. Llegó a mi pueblo como guitarrista de una compañía de teatro. Esa noche bailamos un tango en el Sarmiento. Yo me había puesto un vestido blanco y él un traje negro que le quedaba muy bien”.

Se refería naturalmente al primer encuentro con Ramón Sixto Ríos, destacado músico entrerriano, nacido en Federación, el 6 de agosto de 1913, que en su calidad de compositor le dedicara en 1941 un bellísimo chamamé con su nombre, obra que recorrería el mundo, a través del Trío Cocomarola, Cuarteto Santa Ana, Los Chalchaleros, Horacio Guarany, Ramona Galarza, Los Trovadores, Ariel Ramírez, Raúl Barboza, Sandro, Gal Costa y Julio Jaramillo, entre otros.

El amor

Mercedes Strickler Khalov había nacido en Humboldt, Santa Fe, el 21 de diciembre de 1917. En el hogar de sus padres, Alberto y Margarita Emilia, a 10 kilómetros del pueblo, desafió las heladas del invierno en las madrugadas del tambo y supo ganarse el respeto de los lugareños, antes que el amor encendiera su joven corazón, y su sonrisa niña como su cabellera de sol, abrigaran la ternura.

El destino impidió que las dos almas unieran sus caricias de primavera. Ramón se alejó hacia Buenos Aires y formó su familia. Después enviudó y volvió a proponerle casamiento a su amada “Merceditas”.

Ella se negó otra vez. Sin embargo, disfrutó con el hombre de sus sueños los más bellos atardeceres de la existencia.

En Buenos Aires, el 25 de diciembre de 1994, a los 81 años, murió el guitarrista, que había compartido escenarios y grabaciones con Pedro Sánchez, Miguel Repiso, Tránsito Cocomarola, Isaco Abitbol y Osvaldo Sosa Cordero.

En Esperanza, donde crecen los trigales, se apagó la vida de la adorada florecita, el 8 de julio de 2001.

Su recuerdo, sigue contando la historia: “La primera vez que escuché el chamamé por la radio, estaba en la cocina con mi madre. Yo sabía que Ramón me amaba, por eso entendí la letra: Porque a pesar del tiempo transcurrido, es Merceditas, la leyenda que palpita, en mi nostálgica canción”.