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(18-10-2019) Los niños tienen su sección específica dentro del 2° Festival Internacional de Cine de Entre Ríos, organizado por el Gobierno entrerriano a través de la Secretaría de Turismo y Cultura.
Muchos de ellos asisten, en estos días, por primera vez en sus vidas a la experiencia de una proyección audiovisual en sala con pantalla grande.

Estos pequeños espectadores son el nuevo público entrerriano para las películas de hoy y del futuro. “Este Festival tiene varios objetivos, entre ellos, construir públicos para que vean las películas de nuestros realizadores; formar nuevas audiencias, por eso la sección de Cine Infantil y la sección Videos para Jóvenes entre 14 y 17 años”, había anunciado la secretaria de Turismo y Cultura, Carolina Gaillard, durante el acto de inauguración del FICER, el martes por la noche.

En la edición 2018, más de 700 gurises de Paraná y La Paz disfrutaron la proyección de cortos infantiles en pantalla grande. Este año, la invitación a la sección específica incluye tres largometrajes que tienen su estreno nacional en esta fiesta cultural. La mexicana La leyenda del chupacabras, la colombiana El libro de Lila y la entrerriana Ando cantando conforman la oferta de películas de la sección Cine Infantil del FICER 2019. Las tres son aptas para todo público.

Esta sección “es una continuidad de la propuesta que el año pasado se había hecho desde Cultura con la idea de ocupar un espacio en la grilla dentro del horario de la siesta con películas infantiles, bien populares, con la posibilidad de acceso para un público que no está acostumbrado a ver cine”, señaló Nicolás Herzog, del equipo de programadores del FICER.

Desde los barrios

Llegaron corriendo y ocuparon todo el espacio con sus juegos. Luego se acomodaron y se asombraron ante la dimensión de la pantalla, “esta tele tan grande”. Después vino la oscuridad y el disfrute de la película. A la salida, muchos se asombraron también con el paisaje y con cómo se ve el río desde el Centro Provincial de Convenciones.

Unos 400 niños y niñas se acercaron el jueves hasta el Festival desde los barrios Bajada Grande, Paraná V, Paraná XVI y Anacleto Medina sur y norte; así como de las vecinales Antártida Argentina, 33 orientales, San Martín, Pablo Balbi, Santa Lucía, Artigas, Rocamora, Güiraldes, 1° de Julio y Villa Sarmiento. Además, llegó un contingente de chicos de la localidad de Villa Fontana, departamento Paraná. Son chicos de todas las edades, algunos vinieron con sus familiares, otros con sus docentes o coordinadores barriales.

Federico Prieto, director de Formación y Diversidad de la Secretaría de Turismo y Cultura, responsable de la articulación con el Instituto Becario Provincial, explicó que una parte de los asistentes fue a través del programa Educando en Movimiento –de ese instituto-, con presencia en 37 barrios de Paraná. “También se trabajó articuladamente con organizaciones de base que tienen trabajo territorial, con vecinales, con agrupaciones sociales y merenderos”, añadió. “El cine, como toda producción artística y cultural, tiene que ser accesible a todas las capas sociales y a todas las franjas de edades. Creo muy necesario no solo que vengan hacia el Festival, sino también que el FICER pueda llegar al territorio. Esta última es una faceta que sin dudas seguiremos trabajando como tarea pendiente para futuras ediciones, imitando un poco la impronta que lleva adelante el FICERmóvil. Me parece interesante que todos los niños y niñas puedan dimensionar también el imaginario que les provoca mirar una película en una sala tan grande y, sobre todo, que los espacios se abran para ser habitados, porque son espacios del Estado y son de todos y todas”, consideró Prieto.

“Está buenísimo que los chicos puedan venir y tener la posibilidad de ver una película. Incluirlos en un festival de cine es genial”, opinó Victoria, quien llegó hasta el CPC con nueve chicos del barrio Paraná V. Alexis, de la Vecinal Güiraldes, en la zona del Paraná XIV, acompañó a una docena de pequeños: “Nos enteramos de este Festival por el Instituto Becario y por la TV. Kevin se acercó desde el barrio Santa Lucía con 25 chicos: “Se ponen contentos de que vienen a ver una peli porque no vienen muy seguido a lugares como éste. Que conozcan cómo es un festival de cine y se lleven una sorpresa”, dijo.

“Unas chicas me dijeron que es la primera vez que vienen a un cine. El hecho de que se suban al colectivo con una emoción enorme para venir acá, es hermoso”, comentó Eliana, de San Agustín. “Está bueno que vivan la experiencia de venir a ver una película, que se la van a acordar el resto de su vida. Creo que quedan fascinados al venir a lugar tan imponente como éste”, agregó Nélida, de la Vecinal Pirola. Entre las dos tenían 26 chicos a cargo.

“Es la segunda vez que participamos. Me parece muy bueno que los chicos estén presentes en el Festival y hagan una salida. Hay muchas personas de los barrios que no tienen la posibilidad de hacer un paseo como éste”, dijo Enzo, uno de los coordinadores a cargo de un numeroso grupo de la Vecinal 1° de Julio.

El jueves 17 de octubre, durante la tercera jornada de festival, se proyectó El libro de Lila (Marcela Rincón, 2017, 76´) en la sala mayor del Centro Provincial de Convenciones. Quienes asistieron al visionado se encontraron con la historia de Lila, un personaje de un libro de cuentos infantiles que repentinamente se sale de su mundo y termina atrapada en un lugar al que no pertenece. Lila descubre que la única persona que puede salvarla es Ramón, pero que al crecer dejó de creer en la fantasía. El ingenio de Manuela traza un plan para convencer a Ramón y poder ayudar a Lila. La película plantea un viaje hacia la memoria y el amor a la naturaleza, con una belleza visual que permite escuchar otras voces y musicalidades, a la vez que percibir diversos tonos de piel.

Votan todos

A la salida, el público infantil ejerció su derecho al voto. En el FICER, el premio mayor es la estatuilla Ojo Pez y la otorgan los espectadores rasgando su puntaje y colocando el papel en una urna después de la función. La categoría Cine Infantil compite por esta obra creada por el artesano Rómulo Vidal.

“Me gustó, estuvo buena”, expresó Jimena, de Rocamora, sin develar su voto. “La disfruté mucho, me gustó que el árbol sea mágico. Es lindo venir, es mi segunda vez”, indicó Emanuel. “De la película me gustó el hombre, Ramón. Sería lindo volver”, señaló Almendra.

Laura es madre, pero vino sola a ver la función infantil: “Me fascinan las funciones infantiles. La película es súper latinoamericana, con ese modo de hablar y la forma muy propia de Latinoamérica. Con esta idea del ambiente y de la naturaleza. Los dibujos y el registro de habla muy hermosos y muy nuestros”.

Julieta, mamá de un nene de 4 años, expresó que a su hijo le llamaba la atención la parte musical que acompañaba algunas escenas y que se enganchaba en los momentos de mayor tensión: “Creo que fue una linda experiencia para charlarla después con él. Pienso que está bien planteado el tema de cómo mantener algo en el recuerdo para darle vida eterna. Es genial que la cultura sea para todos y masiva, es el motor social para la transformación”, compartió.

Lo que sigue de la Sección Infantil

El viernes 18 a las 15, en el 1° piso del Centro Provincial de Convenciones, se proyectará La leyenda del Chupacabras, una animación mexicana de 82 minutos, realizada en 2016 por Alberto Chino Rodríguez. Después de su aventura con las Momias de Guanajuato y en plena guerra de independencia, Leo San Juan es confundido con un rebelde insurgente por los soldados del ejército realista en su camino de regreso a Puebla, por lo que es hecho prisionero. Mientras está encerrado en un viejo convento abandonado junto con otros rebeldes aparece un espantoso monstruo alado: el Chupacabras, quien ataca a presos y guardias por igual. Abandonado a su suerte, Leo deberá combatir al monstruo y escapar antes de que los realistas dinamiten el convento. Mientras lucha por sobrevivir, descubrirá el secreto detrás del Chupacabras y tendrá que tomar la decisión más difícil de su vida. En este caso, la invitación es a acercarse a un episodio de la historia de México que se vincula con una leyenda popular.

El sábado 19 a las 20, también en la sala mayor del 1°piso del CPC, se verá la producción entrerriana de 2019 Ando cantando, de 90 minutos, dirigida por Guillermo Berger y pensada para un público más pre adolescente. Lo que más le gusta en la vida a Ana y Lucho es cantar con su banda, y están muy cerca de subir por primera vez a un escenario en el festival de fin de año que se hará en su escuela. Pero los miedos de Ana a cantar en público y la aparición de Delfina, la chica popular del curso, pondrán en peligro su debut. Ana deberá vencer sus miedos. Solo así sucederán las cosas emocionantes con las que sueña. La construcción narrativa y de personajes transcurren en la costa del río Uruguay, donde la historia fluye entre amores, bandas y sueños adolescentes.

También en el FICERmóvil

Durante el Festival, el Cinemóvil del Instituto Audiovisual de Entre Ríos (IAER) se encarga de conectar diversos puntos del territorio replicando el contenido de la programación que se desarrollará en el Centro Provincial de Convenciones y en La Vieja Usina. Además de las proyecciones de cortos y largometrajes de directores de cine entrerriano, nacionales e internacionales, es la oportunidad para participar de las funciones de la Sección Infantil con El libro de Lila (ópera prima de Marcela Rincón, Colombia). Luego de su paso del martes por Médanos (Gualeguay), el miércoles por San Justo (Concepción del Uruguay) y el jueves por Federal, los gurises de San Gustavo (La Paz) tendrán acceso libre y gratuito (al igual que en todas las actividades del FICER) a la función del viernes.