(2-01-2014)Las propuestas y actividades del Village Dakar ya pueden disfrutarse a pleno en el parque que se extiende a la vista del Monumento Nacional a la Bandera. Allí se detienen los más de 430 vehículos de la competencia antes de ingresar al Parque Cerrado ubicado junto al río Paraná.
Desde hoy hasta el 4 de enero, de 11 a 23 hs, con un boleto de sólo
$15 destinado a una entidad solidaria, el acceso al Village Dakar
invita a un recorrido por stands de marcas internacionales, distintas
actividades, proyecciones de videos y sorteos organizados por los
patrocinadores. Además es posible ver y escuchar entrevistas a cada
uno de los competidores.
Luego de atravesar la verificación técnica y administrativa en el
complejo City Center Rosario, los pilotos del Dakar circulan por Bv.
Oroño, siguen por Av. Pellegrini, bordean el río por Av. Belgrano y
luego entran al Village Dakar, donde el podio de ingreso al Parque
Cerrado los espera para ser entrevistados por un locutor y dar lugar a
sesiones de autógrafos.
Entre los lugares para recorrer en el Village sobresale la carpa
gigante color naranja de la Municipalidad de Rosario, donde la ciudad
se ve reflejada a través de 16 pantallas de distintos tamaños
divididas en dos módulos, y una pantalla gigante junto a un living con
un escenario destinado a actividades y entrevistas transmitidas por
streaming en tiempo real (ver aquí). A su vez, centralizando la
ambientación se alzan cuatro monumentos temáticos de tres metros de
altura, cada uno de los cuales replica la forma de la torre del
Monumento Nacional a la Bandera y ha sido intervenido de cuatro
maneras distintas, simbolizando ejes temáticos vinculados al
desarrollo y la idiosincrasia local.
Las cuatro perspectivas del monumento
La carpa gigante de Rosario reconstruye e interviene el Monumento
Nacional a la Bandera, uno de los símbolos más trascendentes de la
identidad rosarina, con el objetivo de expresar los valores en los que
se cimienta la ciudad, reafirmando proyectos innovadores, inclusivos y
solidarios para afrontar los nuevos desafíos. Estas réplicas buscan
simbolizar el trabajo de construcción conjunta, plural y continua
hacia nuestra identidad deseada, incluyendo los siguientes conceptos:
– Calidad de vida y trabajo cooperativo.
Este monumento de jardines verticales tiene sus raíces en Rosario, la
ciudad con más espacios verdes por habitante del país. Ha crecido
mediante técnicas de cultivo agro-ecológicas en huertas comunitarias
del programa municipal Agricultura Urbana, una iniciativa de la
Subsecretaría de Economía Solidaria, que promueve la recuperación y el
uso productivo de tierras fiscales remanentes. Hoy funcionan huertas
grupales productivas, corredores de las vías del ferrocarril, Parques
Huerta y un Parque Jardín en franjas de tierra de barrios periféricos
de la ciudad, integrando proyectos para estimular la alimentación
saludable y mejorar la calidad de vida de personas con bajos recursos.
Verduras, hortalizas, plantas medicinales, flores, arbustos y árboles
surgen de la mano de unos 280 huerteros que producen a nivel comercial
y unos 400 para autoconsumo, mientras que un centenar de jóvenes
encuentra aquí el lugar donde aprender el antiguo oficio de cultivar
la tierra. Realización: paisajista Daniela Risemberg.
– Sustentabilidad, innovación e inclusión social
Este monumento, tejido con sachets de leche, trasciende las acciones
públicas tradicionales de inclusión social a partir de un espacio de
encuentro y aprendizaje distinto: el Centro Cultural El Obrador.
Ubicado en una zona de Rosario con un alto número de población étnica
-qom, mocoví, guaraní- proveniente del norte del país, El Obrador
articula los conocimientos y tradiciones de los pueblos originarios
con nuevas expresiones culturales, dando lugar a originales objetos y
trabajos realizados a partir del reciclaje de materiales en desuso.
Sus talleres abordan la cultura, la educación y la formación en
oficios, incluyendo el apoyo para desarrollar microemprendimientos con
proyección sustentable. Realización: Centro Cultural El Obrador
– Arte y material reciclado
Este monumento se eleva sobre la trayectoria de una ciudad reconocida
a nivel nacional e internacional como usina de arte y creatividad.
Teatros, anfiteatros, museos, centros culturales, talleres literarios
e intervenciones de arte urbano forman parte ineludible de la
identidad local e invitan a elevar la mirada hacia las nuevas
expresiones de la cultura. En esta obra, proyectada a partir de
reciclar desechos de imprenta, el artista busca enlazar poéticamente
el Monumento a la Bandera con el paisaje que contempla: el río, las
islas, formas naturales y energía vital que invisiblemente atraviesa
nuestra ciudad. Realización: Pablo Resoalbe.
– Los derechos de todos
Este monumento sostiene y reafirma la institucionalización de derechos
que Rosario reconoce para sus habitantes y para quienes la visitan. El
derecho a la vida, a la salud, a la educación, a la igualdad de
géneros, a la identidad y a la diversidad sexual son algunos de los
ejes centrales de la gestión local y de las prioridades que orientan
las iniciativas municipales. En este marco, no es casual que Rosario
se haya convertido en una de las primeras ciudades en instaurar el
matrimonio igualitario, celebrando enlaces entre extranjeros no
residentes (turistas).