Se convocaron en la intersección de la gran arteria con Hipólito Yrigoyen para detener el avance de los trabajos para la instalación del carril rápido que necesita dicho transporte. Se oponen a la extracción y tala de los árboles, porque “regulan el impacto visual y sonoro”.
Comerciantes y vecinos del centro porteño se convocaron en la intersección de Avenida 9 de Julio con Hipólito Yrigoyen para detener el avance de los trabajos para la instalación del Metrobús. Se oponen a la extracción y tala de los árboles, necesarios para la construcción del carril rápido.
“Es una convocatoria ciudadana desde distintas organizaciones para reclamar que se detenga el avance de las obras y se cumplan las normas vigentes”, explicó Nidia Marinaro, miembro fundadora de la agrupación Propamba, dedicada a abordar todas las cuestiones del área metropolitana de Buenos Aires (AMBA) desde asociaciones civiles de la Ciudad.
Además, Marinaro detalló los inconvenientes que causaría la concreción de las obras para el nuevo medio de tranporte: “Provocaría un gran impacto paisajístico arbóreo, porque los árboles no solamente regulan la temperatura, sino que sirven para detener las inundaciones, porque el árbol es un elemento que regula la absorción del agua en la tierra”.
“Los árboles también regulan el impacto visual y sonoro ya que funcionan como un colchón que absorbe el sonido”, continuó. Y destacó; “Hay que tener en cuenta el derecho a la belleza, porque no es lo mismo la visión florida que la visión de un túnel”.
“Lo simbólico también es importante, todo lo intangible, lo que significa para el país la avenida 9 de Julio, lo que hemos conquistado hasta este momento”, agregó la titular de Propampa, en representación de los allí reunidos. Y aseguró que el objetivo de movilización es que “sea una fiesta de encuentro”, para “explicar de qué se trata, nos unamos y sumemos voces y fuerzas”.
El gobierno de la ciudad de Buenos Aires ya avanzó con la obra de servicio del Metrobús sobre la Avenida 9 de Julio, que incluye la tala y el trasplante de árboles, pese a no haber pasado por la Legislatura porteña y a haber recibido fuertes críticas en una sola audiencia pública realizada sobre el tema.
El ministro de Espacio Público porteño, Diego Santilli, había adelantado que las obras estarían terminadas para fines de julio y pidió “paciencia” a los porteños por las molestias ocasionadas.