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En un acto al que asistieron autoridades y personal que trabajó intensamente para recuperar el patrimonio bibliográfico afectado por una inundación, se habilitó la Biblioteca Esteban Echeverría que funciona para la consulta de la ciudadanía, investigadores y estudiantes. Su orientación es jurídico-legislativa y posee una importante bibliografía sobre la historia de la Ciudad de Buenos Aires.
Es importante recordar que por iniciativa del vicepresidente 1º, diputado Cristian Ritondo, legisladores del oficialismo y la oposición acordaron un Plan de Acción Técnico que favoreció la rápida evaluación de los daños así como la puesta en marcha de una operatoria que consistió en el rápido desplazamiento del mobiliario afectado, la prevención de nuevos desprendimientos de mamposterías y artefactos de bronces en la Sala de Referencia y el traslado de casi 35 mil libros que conforman el fondo bibliográfico.

Los libros dañados se ubicaron transitoriamente en el Salón San Martín, Salón Intersecretarías y en la base de la torre-reloj, espacios adecuados por la ventilación e iluminación. En cambio, los libros no afectados, se depositaron provisoriamente en la galería alta del Recinto de Sesiones. Cabe consignar que no fueron alcanzados por la inundación los 2000 volúmenes pertenecientes a la llamada Biblioteca Tesoro, que conserva ejemplares impresos entre los años 1600 y 1700, algunos de ellos, incunables.

El proceso de secado con papel tissue y ventilados naturalmente o con la ayuda de ventiladores o calefactores, demandó poco más de 20 días, y se realizó manualmente. Luego, fueron secados con telas y, finalmente, sometidos a la prensa. A esta tarea se abocó personal de la Biblioteca, personal legislativo de otras áreas, estudiantes de la Universidad del Museo Social Argentino -UMSA-, de la Escuela de Educación Técnica Nº 1 “Otto Krause”, expertos del Museo del Cabildo, de la biblioteca aeronáutica, del Congreso de la Nación y del Palais de Glace. Colaboraron también miembros de la Dirección de Patrimonio, del Casco Histórico de la Ciudad y de la Comisión de Preservación del patrimonio porteño.

Simultáneamente se realizó la restauración de la sala que cobija la Biblioteca Esteban Echeverría en la que no sólo habían resultado dañados los revestimientos, estantes y pisos de madera, sino también los equipos informáticos, dos enormes arañas, muebles y vitrinas. Esta tarea se solventó con un fondo de emergencia creado con acuerdo de los legisladores representativos de todos los bloques parlamentarios, en base a un análisis de costos y la confección presupuestaria de las direcciones generales Operativa y de Compras, en interconsulta con la Dirección de Patrimonio.