Durante el acto protocolar habló el intendente de Villaguay, Adrián Fuertes, quien expresó su agradecimiento muy especial a los familiares del querido “Turco”. “No me acuerdo bien cómo fue, pero en una reunión de dos o tres personas surgió esta posibilidad y como es un hecho tan trascendente tampoco se lo puede tomar en forma arbitraria por lo tanto empezamos a hablar con un montón de gente. Muchos de ustedes lo conocieron y compartieron más que yo con él, pero lo del Turco nunca fue muy visible. Se me ocurre como esas plantas que van con las raíces por abajo, brotando por todos lados a cada persona de la ciudad, cualquier institución, vecino, personas de otros lugares que le preguntábamos sobre la posibilidad de honrar a Raúl con algo tan importante coincidían y este es un edificio público con una historia, con una trayectoria”.
“Uno no puede andar imponiendo nombres por un acto espasmódico, pero la verdad que la unanimidad y el entusiasmo que encontramos en todos los vecinos nos animó a no hacer un decreto sino a presentar desde el departamento ejecutivo una ordenanza al Concejo Deliberante y ponerlo a consideración de todos los ediles. Ahí estuvo el tiempo necesario y en algún momento, como era de esperar, salió esta norma por unanimidad de todas las fuerzas políticas diversas que están representadas y de alguna manera son la voz total del pueblo y no una parcialidad”, destacó.
“A veces en la circunstancia que a uno le toca vivir suelen decirle se fue tal persona y yo tengo por una muletilla que nadie es imprescindible, pero sin embargo hay algunas personas que sí son imprescindibles como en este caso por el legado enorme que el “Turco” ha dejado, está acá y en la casa de sus familiares. Cuando a uno le falta algo lo googlea, pero hay cosas tan de las tripas de nuestra ciudad que no están en Google, son secretos de nosotros y eso era lo que hacíamos cuando lo llamábamos de Paraná y le preguntábamos. Todos los que están acá lo hacían porque era como como un oráculo. Una vez Roberto Romani preguntaba cobre un monolito en la intersección de las rutas 18 y 6, era un misterio y nadie sabía por qué estaba, yo lo llamé al Turco y me dijo lo que sabía del tema, entonces Romani lo puso sin chequear nada porque si venía de él era una verdad revelada. Después anduvimos con él y algunos periodistas, que acá están presentes, en el tema de la restauración del monolito que recuerda la tragedia del carrero Gaillard y en cuanta cuestión cultural existía no solo en nuestra gestión, sino en todas las gestiones de todos los partidos políticos. Siempre estaba en este lugar que era casi su casa y en algunos periodos fue el director del museo”.
“No tengo en mente otros actores-personajes de la cultura que podrían tener este mismo merecimiento, pero lo que no puedo dejar pasar es la unanimidad absoluta de esta decisión tanto desde el punto de vista de la política, representada en el concejo deliberante, como en todo lo que es nuestra vida cultural. Anoche pasé y había un montón de gente, que no tiene nada que ver con la municipalidad, trabajando con entusiasmo y fue una gran alegría. El único motivo por el cual estoy acá parado es que me tocó esta época nada más, tuve la desgracia que se nos fue en este período. Se me ocurre pensar que también se fue Manuela Mammana, valorable bastión de nuestra cultura. Algo tenemos que hacer porque hay personas a las cuales hubiera sido mucho más justo que esto se hubiera hecho teniéndolos junto a nosotros y no esperar que se mueran para homenajearlos”.
“Esto es emocionante, algo que nos eriza, que nos gusta y nos hace bien como sociedad, empecemos a valorar y a reconocer más a nuestra gente que le pone un valor agregado enorme a la cultura, a nuestro pueblo, a la música, la literatura, el periodismo y que podamos hacerlos sentir en vida parte entrañable de nuestra historia, de nuestra cultura del pasado, del presente y del futuro de nuestro querido Villaguay. Gracias querido “Turco” por dejarnos tanto a nuestra ciudad y a nuestras familias. Esperamos que nos estés mirando desde arriba contento por este homenaje para vos”.
Guillermo Cuevas, quien junto con Andrea Alvira, Sol y Jimena González, Raúl Jaluf (h) y la Municipalidad de Villaguay, organizaron el acto formal con la muestra fotográfica y audiovisual en su honor, dijo al recordarlo: “Agradezco la presencia de todos porque realmente esto era el motivo, encontrarnos y poder recordar a este querido amigo con todas sus historias y anécdotas. En una entrevista radial hace unos días comentaba que estuve mucho tiempo buscando la manera de poder definir el carácter y personalidad de nuestro homenajeado, había que investigar demasiado, era crítico, había que desandar un poquito las cosas, pero se me ocurrió que se parece a una radio porque en la radio podemos sintonizar, podemos ir girando el dial y camos recibiendo distintas ondas, por eso que se podía mezclar con la gente o se podía relacionar con unos pibes que estaban interesados en algo histórico de Villaguay o la fotografía. El Turco tenía esa posibilidad de relacionarse con los músicos, con los artistas, con la gente joven con quienes se cruzaba en la calle, él decía algo muy interesante: -yo no sirvo para hacer un mandado de urgencia porque salgo de mi casa camino unas cuadras y me encuentro con cuatro o cinco personas, no llego nunca, siempre me quedo hablando con alguien-, por eso era imposible confiarle algún tipo de mandado urgente”, expresó.
“Habitaba en un lugar muy particular, ese estudio en calle Urquiza era un espacio donde uno entraba, se sumergía y cambiaba el mundo, se perdía el dominio de tu tiempo y tus responsabilidades. Por ejemplo, salía del banco y pensaba en pasar por lo del Turco, porque algo íbamos a charlar, entonces aprovechaba para romper el día sabiendo que llegaría tarde a todas partes, porque nos quedábamos Charlando de vaguedades. Un día le estaba contando algo que descubrí y logré, con el revelador a tal temperatura podía hacer una fotografía y darle más contraste. Resulta que lo observaba y estaba mirando el techo y pensaba si me estaba escuchando, pero al cabo de unos días me preguntaba si había hecho la foto con el revelado que le había dicho y pedía que se la muestre y luego me decía: -Ah, está copiando lindo Cuevas-, como alentándome y sugiriendo que por este lado va la cosa”.
“Como dijo Adrián, era un oráculo y también en la parte histórica. Nosotros teníamos algunos códigos porque una persona nos unía, era mi tío Quique Fabre, entonces creo que habrá visto algo de él en mí porque hubo siempre una conexión con ese personaje. Eso hacía que me contara todas las anécdotas de lo que sucedía porque él también era fotógrafo y entonces había un montón de cosas de las que me enteraba por él porque a veces ni por mi propia familia yo las conocía”.
Refiriéndose a la muestra describió: “Hemos armado y tratado de reflejar un poco de su vida, su historia, su interrelación social, sus secretos, sus alegrías, sus amigos. Seguramente lo recordaremos por mucho tiempo y en esa placa no solamente se inmortaliza su nombre sino también su sentido de vida por habernos aportado tanto en materia gráfica – histórica. Creo que lamentablemente, por el momento no tenemos sucesor”, concluyó.
Susana Jaluf, hermana del homenajeado consideró “difícil expresar en pocas palabras lo que Raúl significa para la familia, pero lo puedo resumir en una sola que es orgullo. Estoy orgullosa de mi hermano por su sabiduría, generosidad, humildad y espíritu de lucha. Fue una persona querida por todos y claro ejemplo es el señor Horacio Dall’Oglio, de la revista “Cítrica” de la ciudad de Buenos Aires, que hoy nos acompaña. Raúl siempre estaba dispuesto a ofrecer sus conocimientos, que eran muchos, a todo el que lo necesitara, muchas veces con material para que el trabajo sea completo así fueran niños, adolescentes o mayores”.
“Era buenazo y se lo extraña demasiado, especialmente hoy en el día de su natalicio. Es muy merecido este reconocimiento a quien dedicó tanto tiempo a lo que amaba; fotos antiguas y la historia de su ciudad y pueblos vecinos, restando horas a su familia”.