Unas 350.000 personas participaron de las actividades y se hicieron presentes en los 150 espectáculos de tango en las 9 sedes que el festival tuvo en los distintos barrios porteños.
El martes último, con la Gran Final de Tango Escenario, concluyó una nueva edición de TANGO BUENOS AIRES – Festival y Mundial de Baile, organizado por el Ministerio de Cultura y con dirección artística de Gustavo Mozzi.
Subieron a los escenarios del encuentro 550 artistas cuyos espectáculos fueron recibidos con gran entusiasmo. La presencia de Horacio Salgán y el Quinteto Real, Jean Francois Casanovas, Susana Rinaldi, Rubén Blades, Raúl Lavié, Pablo Agri, Supervielle, Rodolfo Mederos, Adriana Varela, María Nieves, Miguel Angel Zotto, Oscar Araiz, Daniel Melingo, José Colángelo, Osvaldo Piro, Luis Borda, Juan José Mosalini, Horacio Molina, Guillermo Fernandez, entre otros, marcaron puntos sobresalientes en la programación del Festival.
Como viene sucediendo desde la edición 2008, el Festival sumó en esta ocasión trece Producciones Especiales como aporte original, orgánico y con continuidad a movimientos vitales del tango: la renovación de los repertorios, el cruce de lenguajes, el recobro de tradiciones y obras históricas y el encuentro intergeneracional.
En esta línea, el público pudo disfrutar de la Orquesta Típica del Río de la Plata, una nueva formación instrumental, que reunió a músicos argentinos y uruguayos, el espectáculo del actor y performer francés Jean Francois Casanovas y de los Tangos Ricoteros, en los que ejecutantes de la nueva escena exploraron el cruce entre las canciones de Los Redondos y el sonido tanguero. La Orquesta Tìpica El Porvenir, creada por el festival e integrada por chicos de las Zonas de Acción Prioritaria volvió a presentarse con nuevo repertorio en el Teatro de la Ribera y en la previa del concierto de Daniel Barenboim en la 9 de Julio. Otra de las producciónes propias estuvo vinculada a los 90 años de la radiofonía.
También dentro de las Producciones Especiales que llevó a acabo del Festival, se presentó la Noche Rovira, continuando con la tarea de recuperación de obras y puesta en valor de músicos fundamentales de la historia del Tango. En esta ocasión se trabajó la obra del gran bandoneonista y compositor Eduardo Rovira, artista fundamental dentro del vanguardismo tanguero de la década del 60 que inauguró una línea distinta a la de Ástor Piazzolla, aún dentro de aquel movimiento.
Pedacito de Cielo, otra de las Producciones Especiales que ya se ha convertido en un clásico , convocó nuevamente al público a experimentar de una original propuesta en el Planetario de la Ciudad en la que el cuarteto integrado por Pablo Agri (violín), Lautaro Greco (bandoneón), Emiliano Greco (piano) y Juan Pablo Navarro (contrabajo), interpretaron tangos bajo las imágenes proyectadas sobre el cielo del Planetario.
Una de las noches más emotivas que tuvo el Festival fué la Noche Salgan, en la que se celebraron los 50 años del célebre Quinteto Real, formado en el año 1960. César Salgán, quien sucedió a su padre luego de 73 años de actividad, lo invitó a subir al escenario junto al maestro Ubaldo De Lio, su compañero de 45 años de trayectoria, y juntos recibieron el cálido y conmovedor aplauso de un Teatro 25 de Mayo repleto que les agradeció de pié.
Una marcada presencia de Lanzamientos Discográficos se pudieron ver dentro de los 19 días de programación. Una serie de conciertos en las distintas sedes que permitió a los artistas presentar sus producciones discográficas originales sobre el escenario. Así, el público obtuvo en vivo un avance del trabajo que el artista termina por plasmar en el estudio de grabación, y pudo disfrutar, entre otros, de Daniel Melingo presentando los tangos, milongas, valses, cuecas y chamamés que incluye Corazón y Hueso; de Fernando Tarrés, quien presentó El jazz en Piazzolla y de Sonia Possetti, que presentó Cayó la ficha -su último disco- en el Teatro de la Ribera.
El Festival inauguró en esta ocasión la sección de Espectáculos para chicos. Esta producción reunió al público pequeño en torno del tango y de propuestas pedagógico- musicales que acercaron a los niños a la tradicional música porteña. A cargo de la dulce tarea, estuvieron Guillermo Fernández y Demoliendo Tangos, Brian Chambuleyron y MoMuSi, quienes desplegaron sus coloridos y entretenidos espectáculos en el escenario del Punto de Encuentro.
Una vez más, la Competencia Mundial de Baile dio muestra del gran nivel y actualidad que la danza-tango posee a nivel nacional e internacional y entre los bailarines amateurs y profesionales de todas las edades. Fueron un total de 460 parejas de 21 países distintos las que se disputaron el título mundial en las categorías Tango Salón y Tango Escenario.
La noche del Lunes, en el mítico estadio Luna Park y en un espectacular marco, con la presencia de Rubén Blades y la Orquesta de Leopoldo Federico, se consagraron campeones mundiales de Tango Salón Sebastián Ariel Jiménez y María Inés Bogado, de la Ciudad de Buenos Aires. El martes, en el marco de la Gran Final de Tango Escenario y luego de un homenaje a la gran bailarina María Nieves, se alzaron con el título Diego Ortega y Chizuko Kuwamoto de Colon, Buenos Aires recibiendo el premio mayor de manos del Ministro de Cultura del Gobierno de la Ciudad, Hernán Lombardi.
Del 13 al 31 de agosto, el Festival y Mundial de Baile presentó una amplia y variada programación que se propuso reafirmar la intención de presentar al público cada una de las facetas de la danza y la música popular ciudadana, y de encarar este abordaje en la forma más completa y multidisciplinaria posible. Es por ello que Tango Buenos Aires presentó una serie de Actividades Especiales que ya se han transformado en el espacio de participación e investigación en el que el público y los especialistas interactúan para hacer del Tango una experiencia integral.
Entre estas Actividades Especiales de las que el público participó en forma gratuita acercándose al Punto de Encuentro del Festival, se contaron las Conferencias y Encuentros, las Presentaciones de Libros, las Proyecciones, los Encuentros con Coleccionistas, las Clínicas y las Clases y Seminarios de Baile. Especial entusiasmo demostraron quienes en gran número se acercaron a las clases de baile abiertas al público, en el Hall del Punto de Encuentro del Festival.
Allí, todas las tardes se dictaron clases, invitando a la gente a dar sus primeros pasos en el tango. Por las noches, los fines de semana, se realizaron las Milongas con espectáculo de orquestas y DJ´s en vivo, también con una concurrencia masiva que incluso salió a disfrutar a la calle para bailar bajo la luz de la luna frente al imponente edificio Art Decó de Bartolomé Mitre 575.
Tango Buenos Aires se destacó por una programación que puso particularmente su foco sobre la Danza y el Baile. Fue así que el público pudo presenciar espectáculos de Tango-Danza Escénico con las mejores Compañías de Baile y disfrutar de las coreografías y los bailarines de la Escena Independiente Local en las Sedes que el Festival tuvo en el Teatro de la Ribera y el Teatro 25 de Mayo. Además de ello, el público pudo acercarse a la particular experiencia de la Creación Coreográfica, que por segundo año consecutivo permitió experimentar un momento de la creación coreográfica que generalmente está vedado a todos excepto a los coreógrafos y los bailarines.
En el año en que la UNESCO declaró Patrimonio Histórico de la Humanidad al Tango, rasgo particularmente distintivo de la identidad de la cultura del Río de la Plata, las 350.000 personas que se acercaron a TANGO BUENOS AIRES – Festival y Mundial de Baile, reafirmaron una vez más que agosto, en Buenos Aires, es el mes del Tango.