Al ritmo de los coloridos carnavales bonaerenses, la Provincia va despidiendo la temporada estival, en la que turistas y locales pudieron disfrutar tanto de la belleza natural como de diferentes eventos y actividades veraniegas gratuitas.
Pero no todo es nostalgia en este calendario que va pegando la vuelta al cole: más de 35 Pueblos Turísticos continúan preparando, con todo el entusiasmo y el esfuerzo de siempre, la edición 2024 de sus respectivas fiestas populares, tradicionales o con nuevas improntas, todas con su inigualable sello y despliegue de propuestas para mantener encendido el espíritu de festejo durante todo el año.
Cada vez son más las personas que se acercan a estas celebraciones, como también son más los metros en cada edición de la elaboración del strudel gigante, cuya longitud este año superará los sesenta y seis. Este ritual colectivo, del que participa todo el pueblo, es una actividad tradicional y destacada de la Strudel Fest, que comenzó a gestarse en 2010 cuando Santa María, partido de Coronel Suárez, fue declarado Pueblo Turístico por el Gobierno de la Provincia de Buenos Aires.
El objetivo del evento es visibilizar al pueblo y revalorizar las tradiciones ancestrales de los descendientes alemanes del Volga, asentados allí desde sus comienzos.
El sabor especial de este manjar, que ya es un clásico en la Provincia, resulta de la cocción del strudel en los hornos de barro volguenses Backhouffen, que son parte del legado cultural gastronómico. “El strudel horneado en un horno típico volguense tiene un gusto y textura que te devuelve al pasado”, comentó Giuliana Urban, una de las organizadoras y miembro de la Asociación de Turismo Comunitario SANTA MARÍA.
“La temperatura del horno es suave y homogénea, a diferencia de un horno industrial, por lo que su color, texturas, así como aromas y sabores, son diferentes y únicos”, agregó.
Después de salir del horno, se va ensamblando en canaletas especialmente realizadas por Zinguería Varela, que permiten dividir el strudel por metro. “El diseño e idea de las canaletas fue de Javier Graff, reconocido emprendedor gastronómico de Santa María y uno de los promotores de realizar un strudel gigante que año tras año supera los metros de largo”, detalló.
“En la primera fiesta, que fue en el año 2016, se realizó un strudel de 15 metros, este año la idea es superar los 66 metros con 31 centímetros de la edición anterior”, afirmó.
“La receta siempre es la misma, la original que utilizamos. Lo que va variando son las cantidades de los ingredientes, claramente, porque las dimensiones, año a año, van aumentando”. Pero para que nadie se quede sin probar esta tradicional delicia, también elaboran una variante especial para personas celíacas.
La elaboración es el momento más emocionante de la fiesta. Comienza en horas de la mañana cuando un grupo de más de setenta personas voluntarias se inscriben para participar. En esta oportunidad, el cupo se agotó en tiempo récord: menos de 24 horas. “Son de la comunidad, de la región, de otros puntos del país y este año tenemos la particularidad de recibir turistas que nos visitan desde Uruguay y se anotaron para la elaboración”, explicó.
Cuatro cocineros del pueblo están a cargo de la coordinación: Rodrigo Lambrecht, Francisco Ciganda, Leonor Giupponi y Delfines Berger. Además se suman entre 10 a 15 asistentes encargados de trasladar las manzanas, las carretillas donde van dejando las cáscaras, las jarras con la crema y los potes de azúcar.
“Casi cien personas trabajan juntas y logran unir 70 metros de masa, es emocionante para todos los que realmente queremos la fiesta; emociona, porque el strudel gigante es la estrella nuestra y corona lo que también es objetivo de la Strudel Fest: el trabajo conjunto en equipo de toda una comunidad para que todo salga bien”, manifestó con elocuencia.
En esta edición habrá más comidas típicas alemanas combinadas con sabores cerveceros, paseo de artesanías, visitas guiadas, música y danzas tradicionales.
“¡La fiesta es parte de mi vida! ¡Lo damos todo para que sea un éxito!”, aseguró Urban.
Los Pueblos Turísticos de la provincia de Buenos Aires invitan a recorrer, descubrir y disfrutar, durante todo el año, el encanto de las fiestas populares con manjares deliciosos, tranquilidad, el amor de sus pobladores y mucha diversión