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El yaguareté es el felino más grande de Latinoamérica y tercero en el mundo, su conservación es fundamental para mantener los bosques saludables, las reservas de carbono, la biodiversidad, la disponibilidad de agua y el patrimonio natural y cultural.

Ciudad de Buenos Aires, 22 de febrero de 2024.– En la 14ª Reunión de la Conferencia de las Partes de la Convención sobre Especies Migratorias (CMS) se adoptó la Iniciativa Jaguar para la conservación del felino y su hábitat, al cual en Argentina llamamos yaguareté, a través de la resolución 14.20.

 

Esta iniciativa, presentada por los gobiernos de Argentina, Brasil, Costa Rica, Ecuador, Panamá, Paraguay y Perú, ha sido oficializada como el marco intergubernamental de esta Convención para la cooperación y coordinación en la conservación de los yaguaretés y la reducción de sus amenazas por caza furtiva, fragmentación del hábitat y pérdida de conectividad.

 

La CMS es un tratado ambiental de las Naciones Unidas centrado en la conservación de las especies migratorias. Aunque los yaguaretés no migran, requieren de grandes extensiones de territorio que pueden superar los 2.000 km2 y extenderse más allá de las fronteras nacionales. Debido a su movimiento transfronterizo, los crecientes niveles de amenaza y la necesidad de acciones de conservación concertadas entre los Estados que comparten sus poblaciones y su área de distribución, en 2020, el yaguareté se unió a otros grandes felinos como leones y leopardos de las nieves en la lista de especies cubiertas por la Convención. Su inclusión en los Apéndices I y II de la CMS requiere que las Partes reduzcan los factores que ponen en peligro a los yaguaretés, al tiempo que desarrollan acuerdos intergubernamentales a favor de su conservación.

 

La Iniciativa Jaguar de la CMS es la manifestación de este compromiso por parte de las Partes de la CMS en el área de distribución del yaguareté. A través de su adopción, los miembros de la Iniciativa desarrollarán un Programa de Trabajo con el fin de fortalecer alianzas regionales, aprovechar oportunidades de financiamiento, identificar áreas transfronterizas prioritarias, implementar estrategias de reducción de amenazas, monitorear poblaciones, asegurar la conectividad, promover la coexistencia entre yaguaretés y comunidades, aumentar las capacidades de aplicación nacionales, sensibilizar sobre los yaguaretés y fomentar intercambios entre los Estados de Distribución.

 

Desde Fundación Vida Silvestre Argentina trabajamos por la conservación del yaguareté en Misiones y en el Gran Chaco. Además, en ambas regiones trabajamos junto a países limítrofes, porque la naturaleza no conoce fronteras. Celebramos la resolución en la CMS porque creemos que el trabajo conjunto y el compromiso de organizaciones ambientales, la comunidad, el sector privado y el gobierno tiene que incrementarse para recuperar y conservar al felino más grande de nuestra región. El yaguareté es considerado un indicador de la salud del ambiente, que impacta sobre la conservación de la biodiversidad, de los servicios ecosistémicos y la calidad de vida de las personas. Si el felino está en riesgo, nosotros también” señaló Lucía Lazzari, coordinadora de paisajes terrestres de Fundación Vida Silvestre Argentina. Además, agregó “durante la Cumbre Mundial sobre la Biodiversidad también se presentó la Alianza Global sobre Conectividad Ecológica (GPEC), lo cual representa un importante progreso hacia el objetivo de mejorar la conectividad a gran escala. Esto se debe a que las especies tienen mayores posibilidades de sobrevivir y adaptarse cuando sus hábitats se manejan y protegen como extensas redes de áreas interconectadas”.

 

La Iniciativa Jaguar de la CMS está alineada con, y se basa en, los esfuerzos para aumentar la visibilidad y el compromiso de conservación para los yaguaretés bajo la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora (CITES) y la Hoja de Ruta Jaguar 2030.

 

¿Cuál es la situación del yaguareté en Argentina?   Originalmente, el yaguareté habitaba desde el norte de la Patagonia hasta las provincias del norte de Argentina. Sin embargo, el hábitat natural, y por ende su población, fueron drásticamente reducidos y/o alterados. En la actualidad se estima que en nuestro país habitan 250 yaguaretés en las yungas (Salta y Jujuy), Misiones, y la región del Gran Chaco (Chaco, Formosa y Santiago del Estero). Sin embargo, poco menos de la mitad viven en el Bosque Atlántico, donde se mantiene una población aproximada de 93 yaguaretés. Se estima que quedan menos de 20 individuos distribuidos entre las provincias de Chaco, Formosa, Salta y Santiago del Estero.   ¿Por qué es importante conservar al yaguareté?   La conservación de este felino va mucho más allá de la protección de una sola especie. La conservación exitosa del yaguareté es fundamental para mantener los bosques saludables, las reservas de carbono, la biodiversidad, la disponibilidad de agua y el patrimonio natural y cultural, entre otros. Además, también ayuda a diversificar las oportunidades económicas para las comunidades locales y contribuyen a mitigar y adaptarse al cambio climático global. Por ello, su conservación y la de su hábitat protegen indirectamente a otras especies de flora y fauna, y permite generar las condiciones de una naturaleza sana para las personas.   Las amenazas que afectan al yaguareté, o tigre –como lo suelen llamar en varias zonas rurales de Misiones y Gran Chaco-, son la deforestación y la pérdida de hábitat, la cacería y el atropellamiento de yaguaretés y otros animales. La especie fue reconocida por un 35% de la población argentina como el animal silvestre más emblemático de la fauna argentina y el 97% considera que su extinción sería muy grave.

 

¿Cuál es el trabajo de la Fundación Vida Silvestre Argentina para preservar la especie?   Trabajamos en conjunto con oficinas en toda Latinoamérica (ya que el yaguareté está presente desde el norte de México al norte de Argentina), pero sobre todo junto a países limítrofes, ya que la naturaleza no conoce fronteras. Buscamos promover la conectividad ecológica junto a Bolivia, Brasil y Paraguay (tanto en El Gran Chaco como el Bosque Atlántico-selva misionera) para conservar a la especie y su hábitat. Los paisajes conectados permiten que la vida silvestre pueda moverse para satisfacer sus necesidades más importantes, como la búsqueda de alimentos y agua, dispersarse y reproducirse, manteniendo poblaciones saludables. A nivel local buscamos asegurar el hábitat del yaguareté, mediante el apoyo con capacitación, equipamiento y nuevas tecnologías para la conservación a los parques provinciales. Realizamos una fuerte promoción de las legislaciones vigentes para la conservación del bosque en propiedades privadas, así como iniciativas de restauración y una fuerte apuesta a la educación ambiental y extensión comunitaria para involucrar a la sociedad.