(28-09-2012).-La Dirección General Patrimonio e Instituto Histórico del Ministerio de Cultura porteño inauguró hoy en el Espacio Virrey Liniers, Venezuela 469, la exposición “Los misterios de un naufragio en el Río de la Plata”, con los objetos del barco español del siglo XVIII hallado el 29 de diciembre de 2008 en Puerto Madero
Durante el acto de inauguración oficial, el Ministro de Cultura de la
Ciudad de Buenos Aires, Hernán Lombardi, expresó: “Ha sido muy valioso
el trabajo de nuestros especialistas después del hallazgo de este
navío y estamos seguros de que serán muchísimos los vecinos y turistas
que van a disfrutar de esta exposición.”
Se encontraban presentes también la Directora General de Patrimonio e
Instituto Histórico, Liliana Barela, y el arquitecto especializado en
arqueología subacuática Javier García Cano, a cargo del proyecto pecio
de Zencity-Puerto Madero.
La exposición estará abierta al público a partir de hoy hasta el 2 de
diciembre de martes a domingo de 14 a 19, con entrada libre y
gratuita.
Del total de objetos encontrados en el navío se destacan cuatro
cañones hallados en posición de estiba en la bodega del barco (por lo
que se deduce que eran traídos al Puerto de Buenos Aires para ser
comercializados); una importante cantidad de botijas enteras y
fragmentadas de diferentes capacidades y modeladas con el uso de
torno, y objetos de uso cotidiano como pipas, utensilios de labranza y
personales que formaban parte de la carga.
También se hallaron elementos de fijación, consistentes en clavos,
tachuelas y pernos de ligazón, componentes fundamentales en la
construcción naval. Todos los elementos analizados son de hierro
forjado.
El proyecto pecio Zencity
La arquitectura naval española del siglo XVIII es un tema actual de
gran importancia en lo que se refiere a los buques de guerra. La
situación es la inversa respecto de las naves construidas para el
comercio, a las que se denomina mercantes.
El siglo XVIII es el momento de mayor desarrollo científico y
sistematización internacional de los procesos de producción para la
arquitectura naval de Occidente.
Como situación previa a la Revolución Industrial, es el período en el
que las tradiciones familiares de los carpinteros de ribera de cada
cuenca europea comienzan a mezclarse con las determinaciones
científicas que definirán cómo debe ser un buque desde allí en
adelante. Los casos de barcos construidos por carpinteros de escaso
desarrollo económico y para comitentes de poca capacidad financiera
son los de menor conocimiento preciso proveniente del acceso a los
buques originales.
Los registros históricos y la tratadística de la época terminan
igualmente no siendo específicos respecto de un caso como el del pecio
de Zencity-Puerto Madero. Estos buques se caracterizaron por diseños
muy simples, de poca complejidad en sus líneas, y por la robustez de
sus cascos. El pecio hallado representa este tipo de embarcación de no
más de 30 metros de eslora de cubierta, con una bodega completa de
proa a popa y con un diseño de máximo aprovechamiento para la carga
del espacio bajo la misma. Las características constructivas a las que
nos enfrentamos con el análisis de los restos de este pecio nos
colocan ante la evidencia de un barco mercante español que llegó a
nuestro puerto durante el transcurso de la segunda mitad del siglo
XVIII.
Buenos Aires y el puerto en el Virreynato
Hacia fines del siglo XVIII, durante el Virreinato del Río de la
Plata, el puerto de Buenos Aires era parte de un complejo circuito
comercial, tanto formal como informal, a través del tráfico por agua y
tierra.
El lugar del hallazgo estaba entonces cercano al puerto de la ciudad y
a la desembocadura del Riachuelo, donde se formaba un banco de arena.
El ingreso de los barcos para cargar y descargar debía hacerse de
manera cuidadosa, ya que el peligro mayor era varar en el fondo blando
y poco profundo del río.
A fines del siglo XIX se planeó la construcción del nuevo puerto de
Buenos Aires. Hubo muchos proyectos, y entre ellos se aprobó el de
Eduardo Madero. La obra se inicia en 1887, funcionando a pleno recién
en 1897. Solo 14 años después, el puerto queda obsoleto, dando paso a
un nuevo proyecto, “Puerto Nuevo”, más hacia el norte de la ciudad.
En 1989 el Poder Ejecutivo Nacional y la ex Municipalidad de la Ciudad
de Buenos Aires llevan a cabo un plan estratégico de puesta en valor
de esta antigua zona portuaria en desuso, Puerto Madero.
El hallazgo
El siglo XVIII es el momento de mayor desarrollo para la arquitectura
naval de Occidente, pero es el momento menos estudiado en lo que hace
al diseño naval de mercantes de porte mediano y de navegación
oceánica.
En la confluencia de las calles Juana Manso y Rosario Vera Peñaloza de
Puerto Madero se realizó el hallazgo de los restos de una embarcación
de madera a 10 metros de profundidad en la tierra, producto de los
trabajos de excavación del emprendimiento inmobiliario Zencity. El
pecio hallado aportará ese conocimiento menos registrado en los
documentos escritos.
La investigación arqueológica sobre este hallazgo fue estructurada en
lo que se denominó “Arqueología de Rescate”, a través de la
realización de dos etapas concretas y sucesivas. Por primera vez en la
arqueología argentina se tiene la posibilidad de estudiar y analizar,
a través de los restos materiales, la carga de un mercante español
llegado al puerto de Nuestra Señora de los Buenos Aires, posiblemente
durante la segunda mitad del siglo XVIII.
Respecto del pecio, los estudios de Anatomía Vegetal llevan a la
conclusión de que se utilizó para su construcción el género Quercus L.
(Fagaceae), que se conoce con el nombre vernáculo de roble. La
estructura completa de la embarcación ha sido reenterrada en las
condiciones en las que se conservó por tanto tiempo y bajo los
estándares de control que se exigen internacionalmente, ya que no hay
opciones técnicas para mantenerlo expuesto.