Setenta y cinco buzos acompañaron en procesión submarino al Padre Juan Gabriel La fe que mueve montañas también surca las aguas del Golfo Nuevo.
Se llevó a cabo en la noche del viernes una nueva edición del Vía
Crucis Submarino organizado por la Secretaría de Turismo de la
Municipalidad de Puerto Madryn y la Asociación Operadoras de Buceo,
acompañados, además, por la Prefectura Naval Argentina.
Fueron setenta y cinco los buzos que acompañaron en procesión bajo el
mar al Padre Juan Gabriel Arias, quien condujo el Vía Crucis estación
por estación y que fue seguido por más de 2.500 personas sobre el
Muelle “Comandante Luis Piedra Buena” y por miles de personas más en
directo por Madryn TV y su página web www.madryntv.com.
La Secretaria y Subsecretaria de Turismo, Cecilia Torrejón y María
Alicia Sacks, respectivamente, encabezaron, como autoridades, el
evento que comenzó minutos antes de las 20 horas y se desarrolló sobre
la banda sur de la Terminal de Cruceros de la ciudad y que culminó con
la llegada de la cruz a la tradicional fogata que aguarda la
culminación de la Pasión de Cristo cada año.
Para la grey católica, la celebración de Pascuas es momento de
reflexión. Semana Santa es, más allá de uno de los momentos más
importantes en la vida del cristiano es también generadora de eventos,
encuentros, y de descanso. En Puerto Madryn, ambas cuestiones se
conjugan para dar rienda suelta al disfrute de la naturaleza, con
actividades culturales y tradicionales.
Desde el año 2008, esta actividad se realiza al anochecer, lo que
permite observar desde el muelle el recorrido del Padre Juan Gabriel
por cada una de las estaciones ya que los buzos que lo acompañan y
transportan la cruz llevan consigo bengalas especiales que los
destacan del lecho marino.
El vía crucis tuvo características similares a los que se realizan en
superficie y durante su recorrido el Padre Juan Gabriel Arias con una
máscara facial fue relatando a través de un hidrófono, la procesión
religiosa, seguido por un grupo de buzos profesionales y deportivos
brevetados que fueron cargando la cruz. Se trata de catorce
estaciones, las dos primeras en seco y ya las siguientes son
totalmente submarinas hasta la décimo primera, ya que las últimas dos
estaciones se realizaron sobre la playa, con miles de personas como
testigos y casi setenta buzos acompañando este momento.
No existe actividad similar, lo que convierte a Puerto Madryn en la
ciudad precursora de una celebración de estas características bajo el
mar, evento que es promocionado en el país y en el mundo cada año por
su significado y su metodología no convencional.